lunes, 15 de abril de 2024

* MEDIOCRES Y ENVIDIOSOS

 


Un día un querido amigo me lanzó el guante de que escribiera sobre los mediocres y mentirosos. Eso he hecho y la verdad es que me he quedado muy a gusto.

De esto os hablo en mi semanal tribuna de todos los lunes en San Fernando Información (Publicaciones del Sur).

Jesús Rodríguez Arias




MEDIOCRES Y ENVIDIOSOS

Del mediocre dice la RAE que es el mediano, común, regular, corriente, gris, anodino, vulgar. El envidioso es el celoso, codicioso, avaricioso, ambicioso e ínvido. Ser una de las dos acepciones ya se las trae, pero existen los que llevan ambos unidas y entonces es la repera.

No podéis negarme que de mediocres y envidiosos está el mundo lleno. Te los encuentras en cualquier parte y lugar, en todos los ámbitos y sectores donde te puedas mover. No suele pasar nada reseñable cuando llevas una vida algo anodina, pero ten en cuenta que, si destacas en algo, por más nimio que pueda ser, te convertirás en objetivo predilecto de dardos envenenados de los envidiosos que puedan rodearte.

Pasa que cuando eres más joven y bisoño puedes creer de corazón eso de que todo el mundo es bueno hasta que te encuentras con semejantes personajes que hacen y dicen de ti todo lo que se le venga a la boca, todas las mentiras y exabruptos posibles, que hacen de tu vida, que la concepción de las cosas, cambien tú estado de ánimos hasta llegar al escepticismo razonado cuando atraviesas la madurez.

Mediocres y envidiosos pululan a sus anchas en todo tipo de institución ya sea pública como privada, en cualquier asociación y dentro de las mismas por supuesto debemos incluir a las cofradías. Son los que suelen estar cerca de la pomada, los que intentan por todos los medios llegar a convertirse en consejeros de los que dirigen, de los cargos que ostentan responsabilidad. Estos son escuchados pues casi nadie de los que se encuentran en el atrio del poder y la fama quieren apearse de tal dignidad. Escuchan y prestan atención a los envidiosos que ponen de grana y oro a esos que destacan por su nobleza de corazón, por su sapiencia y formación, por su innato liderazgo. Al cabo del tiempo oportuno los apedreados por los vulgares codiciosos dan un paso al lado, hartos de tantas mentiras e impiedad, dejando el camino expedito a estos y a los que quieren mantener poder y prestigio a toda costa siendo estos últimos pastos de las llamas de los correspondientes fuegos en forma de maledicentes dimes y diretes que vendrán de los cobardes labios de los avariciosos ínvidos los cuales son especialistas en tirar la piedra y esconder la mano.

¿Cuántas carreras profesionales se han visto gravemente perjudicadas por las ignominiosas calumnias que provienen de mediocres y envidiosos? ¿Cuántas buenas y capacitadas personas han visto cercenado su derecho a poder dirigir tal o cual institución por las venenosas campañas en su contra que han orquestado tanto tipejo que no sirve, por su capacitación, ni para estar escondido?

Desgraciadamente en la sociedad por la que transitamos hoy en día vale más lo malo conocido que lo bueno que aún está por conocer. Estamos en un periodo de la historia donde la excelencia, la formación, las Artes, parecen estar en un segundo plano de un mundo abducido por tantas redes sociales, por caer bien a todo el mundo, por los “likes” que puedan atesorar cada publicación. Vivir virtualmente en las calles digitales de la red suele suceder que nos estemos perdiendo la realidad de la vida con todo lo que eso conlleva.

Mediocres y envidiosos hay en todos los sitios y lugares, aunque en estos momentos donde son más notables es en el ámbito de la política ya que al parecer ha quedado demodé eso de ejercer esta función como servicio a los ciudadanos pues se ha convertido en una privilegiada profesión.

Deberíamos cambiar los estándares de nuestras propias vidas, deberíamos saber que es qué y sobre todo con quién nos movemos. Los mediocres y envidiosos seguirán actuando sin piedad, aunque somos nosotros los que, con nuestro trabajo y esfuerzo, con nuestra preparación y dones recibidos, debemos intentar aislarlos o por lo menos intentarlo.

A mis cincuenta y cuatro años bien cumplidos me he convertido en un escéptico, aunque todavía me apasiono por los retos marcados, por los sueños que todavía están por cumplir. Eso sí, aunque soy sabedor que los envidiosos siempre estarán al acecho, sé que no podrán hacer nada si yo no se lo permito.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 8 de abril de 2024

* EJEMPLAR

 




Pasados ochos días os ofrezco mi particular visión, análisis y opinión de lo que ha acontecido en esta pasada Semana Santa en La Isla.

De esto trata mi semanal tribuna de todos los lunes en San Fernando Información.

Jesús Rodríguez Arias





EJEMPLAR

Es el término que describe al cien por cien la actitud de las Hermandades y Cofradías, así como la de la inmensa mayoría de los cofrades y vecinos de nuestra ciudad. De los “cofradiólogos”, genial término acuñado por mi buen amigo y hermano Juan Antonio Aragón Jiménez, “El Banderas”, que son maestros liendres que de todo “saben” y nada entienden prefiero no hablar por el momento.

 Ejemplar ha sido la responsabilidad de las correspondientes juntas de gobierno de cada cofradía de penitencia hayan salido, como es el caso de Afligidos, que ha entrado en la historia cofrade de nuestra ciudad al ser la primera Hermandad que salió el Lunes Santo a la calle, más concretamente a las siete menos diez ya que tuvo que posponer su horario oficial para ver si mejoraba el tiempo como así ocurrió. Este año las procesiones de Semana Santa en San Fernando han comenzado con la apertura de las puertas de la Iglesia del Santo Cristo y con la cofradía de Los Estudiantes. Así mismo ejemplar las demás que salieron a la calle como mi querida Archicofradía de Medinaceli, Ecce-Homo, Tres Caídas y Misericordia con la que finalizaron las estaciones de penitencias en un año aciago donde ha llovido toda esta santa semana. Estas hermandades recortaron itinerario y lucieron, para alegría de los cofrades y del conjunto de los ciudadanos, por las calles de nuestra bendita Isla de León.

Responsabilidad del conjunto de las corporaciones nazarenas que suspendieron sus salidas penitenciales ya que los partes meteorológicos eran muy adversos tal y como quedó demostrado y se fue demostrando día a día, noche a noche y madrugada a madrugada.

Las Hermandades y Cofradías de San Fernando han dado un verdadero ejemplo de sensatez, seriedad y responsabilidad ante propios y extraños. Mientras La Isla se erigía en vigía de los que en verdad se ha de hacer en otras localidades circundantes, en ciudades de gran prestigio cofrade dentro de nuestra provincia e incluso Sevilla, denominada como “madre y maestra”, así como en lugares de nuestra Andalucía e incluso de España, dejaban mucho que desear. Chapó por los que suspendieron sus salidas de penitenciales, pero un cero patatero para aquellos que por mor de salir a la calle en procesión pusieron en peligro tanto el patrimonio humano como el material ya que les cayó la mundial encima con todo lo que eso conlleva.

Hay gente que no son cofrades y les da igual, hay otros que son anticofrades por no decir que son antieclesiales que se han alegrado públicamente realizando sus espurios y maliciosos comentarios en ese gran patio de vecinos mal avenidos que se han llegado a convertir las redes sociales. A esta gente le diré que al fin y al cabo los cofrades nos quedamos en nuestras sedes canónicas, con los pasos de nuestros Titulares, en un mar de devotos que vienen a visitarlo el día que teníamos que haber salido en procesión. Yo por quién de verdad lo siento es por los hosteleros, hoteleros, comerciantes que han invertido mucho para ofrecer sus productos a la ingente cantidad de clientela que genera la Semana Santa. Esos en verdad son los grandes perjudicados de tantos días de continua y pertinaz lluvia.

El único consuelo que nos queda es que ha caído mucha agua del cielo y que eso ha hecho que en los pantanos se esté viendo una mejoría que ya de por sí esa es una gran noticia con todo lo que eso conlleva.

Lo dicho, como cañaílla errante, callejolero y cofrade me siento orgulloso del total de nuestras Hermandades y Cofradías pues en estos aciagos y tempestuosos días que ha durado la Semana Santa del ya recordado año dos mil veinticuatro han demostrado una seriedad, sensatez, cordura y valentía admirables habiendo convertido con su buen hacer a la Ciudad de San Fernando como verdadero bastión de responsabilidad ante el resto.

No quiero terminar mi semanal tribuna sin felicitar el arduo trabajo de Aurora Marín Astorga en estos días de una Semana Santa tan especial y por la labor que desarrolla todos los días que tiene el año en favor de las Hermandades y Cofradías de La Isla.

Felices Pascuas a todos.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 25 de marzo de 2024

* NUESTRO PADRE JESÚS

 



Escuchar la marcha procesional "Nuestro Padre Jesús" es para mí llenarme de momentos y recuerdos vividos en la Semana Santa de San Fernando.

En mi tradicional tribuna del Lunes Santo os lo cuento.

Jesús Rodríguez Arias



NUESTRO PADRE JESÚS

El epígrafe del tradicional artículo que cada Lunes Santo escribo para San Fernando Información no os niego que me evoca a la infancia, a las Callejuelas, al calor del hogar familiar, a ese olor envolvente del incienso que duraba toda la Cuaresma y Semana Santa, al trajín de preparar las túnicas de Medinaceli, Vera+Cruz y Nazareno, hermandades en las que salía mi hermano Juan José, la de Afligidos que en mis años de mocedad se intercalaba con Caridad y Misericordia. Después con el transcurrir del tiempo solo quedó la blanca con rojo capirote de Los Estudiantes.

Sí, porque en mi casa se vivía y de qué manera todo cuanto conforma un apostolado tan único como es el cofrade. Mi abuelo Antonio y mi padre Juan José fueron del Nazareno hasta la hora de expirar. Félix, mi abuelo materno, de Vera+Cruz. Mi hermano siguió con la herencia familiar y yo, que siempre he ido por libre, pues me enamoré de Afligidos. Más tarde lo sería de Caridad, Medinaceli, Expiración, Prendimiento, Misericordia y Resurrección. En algunas permanezco, de las cuales me siento orgulloso, y en otras no, por los avatares de la propia vida.

Este año me ha costado coger el paso a la cuaresma, cofradieramente hablando, ya que he tenido que resituarme tras volver de Cantabria donde he permanecido cuatro meses escribiendo lo que será inminentemente mi nuevo libro. Las labores de corrección y las conversaciones con el editor han hecho que se me haya pasado el tiempo de forma muy veloz.

Fue en la tarde del sábado anterior al Domingo de Pasión cuando escuché sosegadamente los sones de la esta obra maestra de la música procesional que compusiera Emilio Cebrián Ruiz en 1935. Cerré los ojos y mis recuerdos se retrotrajeron a La Isla de mi infancia y primera juventud. A mi casa del Carmen que en estas fechas olía a incienso, se preparaban las torrijas de siempre, ya fueran de leche o vino, con su buena ración de miel por encima. Entre los hermanos elegíamos cuando estrenar ya que según mandaba la tradición era el Domingo de Ramos o el Jueves Santo. Nuestros estrenos se alternaban cada año con zapatos de Calzados Carmelín o algún pantalón, camisa o chaquetón de Tejidos Aparicio. Estos, en la adusta economía familiar, tenían que durar todo el año e incluso más. Recuerdo que el Viernes Santo se compraban las famosas alpisteras de La Mallorquina.

En casa la Semana Santa sea vivía con Pasión y Fe. En estas fechas tan señaladas los recuerdos se hacen visibles con nitidez como mis tías Magdalena, Tata, así como a mi madre cosiendo viejos y remendados capirotes de la Hermandad del Santo Entierro en el salón de nuestra casa. Luego, el Viernes Santo, los veíamos cuando el cortejo salía por las puertas de la Iglesia Conventual del Carmen. Antes el capitán general de la Zona Marítima del Estrecho, que residía en Capitanía, había llegado al templo con honores de ordenanza.

Solo dos hermandades con sus Titulares hacían llorar de emoción a mi madre María del Carmen: Vera+Cruz y Nazareno. La historia de la Familia visualizadas tanto en el barrio del Cristo Viejo como en la Plaza de la Iglesia atestada de gente que esperaba inaugurar una nueva madrugada nazarena.

Me emociono con la Semana Santa de mi bendita Isla, con su particular idiosincrasia, con los buenos hermanos que me enseñaron a ser un cristiano y un cofrade coherente con la Fe y la Santa Madre Iglesia.

Ahora en la madurez de la vida también disfruto mucho con mi querida Redención Salesiana de Jerez de la Frontera por su buen hacer y por conseguir cada día ser Hermandad con hache mayúscula. También de la sevillana Esperanza Macarena, de la Cofradía de la Sagrada Pasión de Cristo en Valladolid, así como de la Hermandad de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores de Villaluenga del Rosario o de la Vera+Cruz de Cádiz.

A estas alturas de la vida solo sé que soy cofrade desde antes de nacer y orgulloso de este privilegio.

Os deseo una buena Semana Santa. Nosotros nos volveremos a reencontrar el lunes 8 de abril en plena Pascua de Resurrección.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 18 de marzo de 2024

* EL NIÑO DE LA CALLE COMEDIAS

 

Indefectiblemente en esa Isla de siempre que siempre tengo en la memoria y también en el corazón. 

Hoy os hablo del niño de la calle Comedias al cual seguro conocéis.

Yo además de conocerlo, lo quiero y admiro.

Va por ti.

Jesús Rodríguez Arias



EL NIÑO DE LA CALLE COMEDIAS

Cercano ya a los setenta abriles sabe que el guion de la vida no lo escribe uno, sino que eso es cosa de Dios. Esta no ha sido fácil pues desde chiquitito tuvo que bregar con estrecheces que hizo que tuviera que trabajar desde temprana edad. Su madre, su abuelo, su padre y después sus hermanos lo eran todo.

Como buen niño de la calle Comedias sabía lo que era vivir las entretelas de sus callejuelas donde todos en sí eran una gran familia, todos se conocían, todos estaban para todo. De siempre en La Isla de nuestra infancia existió una gran rivalidad con los niños del Carmen. Barrios limítrofes donde en sus respectivas fronteras alguna vez que otra había verdaderas batallas campales y más de un chino pelúo pasó ronzándole la testuz

Ingresó pronto en la Armada, allí desarrolló su vida entre un destino y otro, entre una ciudad y otra. Siempre fue de la confianza de sus superiores y querido por los que fueron sus subordinados. Eso se demuestra hoy en el cercano y respetuoso trato que le dispensan en la Marina.

Se echó novia joven y se casó con la mujer de su vida, junto a ella creó una familia y en la dorada existencia que hoy en día vive disfruta con sus nietos, nueras e incluso con un hijo del alma.

A él con mil batallas a las espaldas, algunas ganadas, otras perdidas, pienso que le falló el corazón de tanto usarlo y una dolencia coronaria hizo que tuviera que retirarse de uno de sus quereres en esta vida: La Armada Española. Pero que no se enfundara el noble uniforme no quería decir que se apartara de la vida porque en verdad fue todo lo contrario ya que se entregó aún más.

Echa un cable en todo cuanto le piden, es un indispensable colaborador de su parroquia, hombre de Fe, creyente, que sabe que la vida se entiende mejor cuando es el Señor quién guía sus pasos. Sabe, porque lo siente todos los días en su buen corazón, que no hay nada como dejarse llevar de la Mano de María Santísima por siempre Esperanza nuestra.

Su vocación de servicio hizo que en su día ingresara en política como militante activo ya que este querido amigo, buen hermano, es un liberal de los de la Constitución promulgada en Cádiz en 1812 y cuyas cortes se constituyeron en nuestra gloriosa Isla de León allá por el 24 de septiembre de 1810. Día este muy significativo para él por el carácter estrictamente personal que conlleva.

No hay que olvidar que estamos ya en la Semana de Pasión, en los días anteriores a vivir una nueva Semana Santa.

Cofrade de los de antes, de los de siempre, esos que han escrito con letras de oro lo que es la vida de las HH.CC de esta bendita tierra. Como Caridad que cada Martes Santo recorre parte de las calles de su niñez y sube Comedias que da nombre al barrió donde naciera. Y Esperanza Franciscana del Silencio que procesiona cada Jueves Santo por las calles de San Fernando cuando la noche se hace madrugada ofreciendo una señorial estampa de la Madre sufriente y dolorosa que presencia a los pies de la Cruz como su Hijo muere tras agónica Expiración.

Hombre querido, respetado y admirado por igual por ser como es, por sus ideas claras, por ser diáfano y decir las cosas a la cara y no a la espalda. Hombre de Honor en el que se puede confiar.

Hace unos meses que ha trasladado su residencia a la ilustre ciudad de Jerez de la Frontera, la cual los ha recibido con los brazos abiertos. Ya en el discurrir de estos ha encontrado algunos lugares donde se halla feliz como es la Hermandad de la Redención Salesiana o la Fundación Cultura Taurina que preside el buen amigo Rafael Valenzuela.

Un cañaílla errante que tiene a San Fernando en su corazón y pensamiento en todo momento.

En este Lunes de Pasión quería escribir de alguien que me tocara el corazón y eso he hecho.

Hoy estará entre La Isla y Jerez, la vida continúa…

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 11 de marzo de 2024

* NOCHE OSCURA

 

Pienso que todos alguna vez hemos pasado una interminable noche oscura del alma en la que deseas, como si la vida te fuera en el empeño, que aparezca cuanto antes un pequeño haz de luz que nos ayude a seguir hacia adelante.

De eso trata mi semanal tribuna de todos los  lunes en San Fernando Información.

Jesús Rodríguez Arias



NOCHE OSCURA

Cuando en ella te encuentres es muy difícil que atisbes a visualizar un diminuto haz de luz…

En esa clase de oscuridad a la que has podido llegar por algún desengaño, traición, debido a la enfermedad, carestía económica, situación de desempleo, quiebra en la Fe o las mil razones que cada uno en su fuero interno debe saber reconocer, se siente uno solo, desvalido, apagado, sin ganas de seguir hacia adelante, sin motivos suficientes incluso para seguir viviendo. Es la oscuridad más tenebrosa donde la Esperanza, que siempre ilumina, no está ni se le espera. Angustiosa la sensación de sentirte perdido y no saber siquiera que poder hacer.

Esa clase de oscuridad es la que incluso sintió Jesús, nuestro Buen Pastor, en los aciagos instantes que oró al Padre en el huerto de Getsemaní antes de verse prendido por los miembros del Sanedrín. Era tal el sufrimiento de Cristo que incluso sudó sangre en una verdadera premonición ante el martirio que iba a padecer. “Padre, si es posible, que pase de mí este Cáliz” aunque asumiendo su realidad oró diciéndole “hágase Tu Voluntad y no la mía”.

Oscuridad en Monte Calvario, cuando ya ha padecido los mayores escarnios, cuando ya se ve crucificado, a la hora de expirar grita “¿Dios mío por qué me has abandonado?”. Oscuridad en las horas que pasó muerto y sepultado antes de resucitar al tercer día. Jesús es nuestro haz de luz que debe guiar nuestros pasos en la vida y más cuando esta se encuentre en la más lúgubre oscuridad.

“Noche oscura del alma” es un poema místico de San Juan de la Cruz que se puede considerar como el punto de partida de su propia experiencia espiritual. Os recomiendo su lectura sosegada y más en el penitencial tiempo de Cuaresma. La noche oscura también se ve reflejada en “Las Moradas” de Santa Teresa de Jesús.

Pienso que todos, sin excepción, pasamos más de una etapa de “noche oscura” a lo largo de nuestra existencia vital. Noche de oscuridad que desgarra por dentro, que nos hace sentir débiles, inseguros, perdidos, abandonados… Esa sensación donde no atisbas a ver nada puede venir de la mano de la enfermedad, que nos hace seres necesitados e incluso desvalidos, por los problemas que circundan el día a día, e incluso en la dolorosa sensación de sentirte perdido pues no encuentras motivos para creer o seguir creyendo.

Mientras permaneces en la oscuridad el tiempo se detiene, aunque los días con sus horas vayan corriendo, porque la vida en si te obliga a parar. No entiendes nada, no hay explicación, argumento, palabra que te sirva. Noche oscura en la que sientes como se hiela el espíritu. Quieres seguir, necesitas imperiosamente que algún hueco se abra y deje entrar un minúsculo rayo de luz que de calor a tu alma. Estás perdido, bien que lo sabes, no encuentras el camino de vuelta a la vida, a lo que entendías como normalidad. Sientes el calor de los seres queridos, se lo agradeces, aunque en tu fuero interior seas como un témpano de hielo. Sufres, lloras, maldices, esperas a que algo ocurra, aunque ya no te queden apenas fuerzas.

Y en el momento que menos lo esperas, cuando ya te creías perdido en la ciénaga, se abre de par en par un gran ventanal que ilumina, y de qué manera, la oscuridad en la que estabas imbuido. Alcanzas a ver y entender que todo tenía su explicación, que tenía que ocurrir cuanto te ha pasado para que comprobaras con tus propios ojos lo que es una vida sin Dios.

Él, que es Amor, utiliza sus resortes para hacerse el encontradizo y bien que lo consigue. Algunas veces nuestro corazón está tan frío que cuesta más, por nuestra parte, el ansiado reencuentro, aunque en estos casos verás como va poniendo cosas en tu vida con las cuales se va haciendo tangible su Presencia.

Todos, sin excepción, hemos sufrido al menos una noche oscura del alma en la cuales hemos aprendido a sobrevivir, a ansiar que Jesús nos coja de la mano, nos lleve por camino recto y en verdes praderas nos haga descansar pues con Él ya nada tememos.

Jesús Rodríguez Arias

 

 

lunes, 4 de marzo de 2024

* ¿HERMANOS?

 

Pienso, y más en estas fechas tan concretas, es bueno dar un pequeño toque de atención ante esta injusta situación que por no saber solucionar las cosas a tiempo generan tantos malos entendidos y tanto dolor...

De esto hablo en mi semanal tribuna de todos los lunes en San Fernando Información.

Jesús Rodríguez Arias 


¿HERMANOS?

Es verdad que hermanos, cofradieramente hablando, son los miembros de una hermandad, los que pertenecen a la misma, pagan sus cuotas, tienen sus derechos y también obligaciones. Pero mi pregunta es la siguiente y de ahí el título de este artículo. ¿Son todos los hermanos iguales?

En el concepto estatutario sí pues todos los que integran la cofradía en cuestión ostentan ese título, todos a su vez son depositarios de los privilegios que les son inherentes, así como de las obligaciones para con su hermandad.

Aparte de lo jurídicamente hablando también se puede hablar de lo personal-sentimental pues en este tipo de eclesiales instituciones el factor de los sentimientos propiamente dichos es más importante que los conceptos legales o incluso normativos.

Lo ideal es que exista armonía entre las correspondientes juntas de gobiernos para con los hermanos. Eso sería lo normal e incluso deseable, aunque exista una parte importante de miembros de la cofradía que solo se les vea el pelo en cuaresma y el día señalado en las reglas o estatutos como el de la salida penitencial o estación de penitencia.

Lo malo es cuando un hermano, que puede haber sido incluso en su día miembro de junta, difiere con una o varias decisiones de esta y del hermano mayor que en su momento estuviera. Ese hermano/a se encuentra de la noche a la mañana totalmente solo pues ni los que están de acuerdo con él son capaces de exponer los postulados que siempre han defendido. Todos hacen un muro de contención, todos se convierten en una manada de gaviotas, parafraseando esa magnífica fábula en forma de novela escrita por Richard Bach llamada “Juan Salvador Gaviota”.

Y poco a poco, entre unos, otros e incluso él mismo, se va apartando de la vida diaria de la hermandad, dejando de pertenecer por motu proprio al órgano rector, asistiendo a los cultos y poco más a pesar de la frialdad que siente cuando llega a la que ha sido su parroquia de toda la vida y se encuentra con la siempre injusta distancia que ponen sus antiguos hermanos de junta e incluso algunos colaboradores que no quieren ver peligrar su “estatus” dentro de la corporación en cuestión.

Dicen que no hay mayor desprecio que no hacer afecto y eso es lo que ha pasado y seguirá sucediendo en todos los órdenes de la vida también en las instituciones propiamente dichas, aunque cuando se tratan de las eclesiales como son las hermandades y cofradías es más doloroso si cabe pues se está atentando contra los más sagrados sentimientos.

Muchos dejan de pertenecer a la nómina de la cofradía y otros permanecen esperando que alguna vez cambie su “suerte”, entre nueva gente en los órganos de gobierno y pueda vivir desde la normalidad su vocación cofrade en la hermandad de siempre como lo fue hasta aquél aciago día que se atrevió a diferir de una decisión o un comportamiento más o menos cuestionable con su coherencia personal.

Lo malo es que en el mundo cofrade pocos cambios significativos existen en cuanto a los órganos de dirección pues más o menos casi siempre están las mismas caras y familias ya sea dentro o fuera como destacados colaboradores.

Soy de los que piensan que en los pueblos las filias y las fobias se heredan. Pues también esto pasa en nuestras hermandades y cofradías ya que si eres unos de esos hermanos alejados lo serás de por vida. Es triste decirlo, pero también una auténtica realidad.

Que estas situaciones hayan ocurrido y que hoy sucedan es lamentable pues se trata de una institución de la Iglesia Católica, y sus miembros, los que ejercen labores de dirección dentro del apostolado cofrade en cada hermandad deben ser creyentes coherentes y consecuentes con la Buena Nueva que nos dejó Jesús, cuya imagen sagrada va arriba del paso o trono procesional, donde el Amor, la Misericordia y también Perdón forman parte del ADN de todo cristiano.

Es muy difícil ser hijo pródigo cuando el padre no demuestra ningún interés en ir al encuentro de este. Resulta muy complicado, sentimentalmente hablando, ser hermano de una cofradía cuando la misma te demuestra una gélida frialdad como mayor “aprecio”.

Jesús Rodríguez Arias

lunes, 26 de febrero de 2024

* 1999

 

Mi semanal tribuna en San Fernando va dedicada a mi querida Archicofradía de Medinaceli en la que este año cumplo mis primeros veinticinco años como hermano. 

Jesús Rodríguez Arias


1999

Ese es el año en el que ingresé en la Real, Venerable, Seráfica y Trinitaria Esclavitud y Antigua Archicofradía del Santísimo Sacramento de la Inmaculada Concepción y Ánimas Benditas y Fervorosa Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Trinidad conocidas por todos los isleños y devotos como Medinaceli.

Ese año me estaba preparando para recibir el Sacramento de la Confirmación en unas catequesis que se organizaron en la Iglesia Mayor Parroquial para adultos toda vez que cuando normalmente se hace yo compatibilizaba el trabajo del campo, en Chiclana donde residía por aquel entonces, con los estudios y me fue totalmente imposible.

Fue en mil novecientos noventa y nueve, un año antes de cambiar el milenio, cuando por fin pude recibir esas necesarias catequesis con un grupo humano en el que se unía varios carismas entre ellos el Camino Neocatecumenal. Recuerdo que solamente había dos cofrades: Mi recordado amigo Roberto y quién esto escribe. Roberto, hermano de Medinaceli, fue quién me abrió las puertas de una Hermandad tan querida en casa toda vez que mi hermano Juan José fue miembro de esta corporación nazarena hasta su muerte.

Este año se cumplen los primeros veinticinco años de pertenencia a esta insigne cofradía isleña que lleva a gala la cercanía para los que somos hermanos de esta. Recibí el boletín cuaresmal en La Atalaya de Villaluenga del Rosario en los días previos al asesinato de los dos guardias civiles en Barbate y la verdad no tuve tiempo material para abrirlo y leerlo como a mí me gusta.

Fue un mensaje de mi querido hermano en Medinaceli, José Antonio Garnárez Pinto, el primero en felicitarme por estas bodas de plata en la Hermandad que nos une, al día siguiente llegó una carta con la felicitación oficial de la corporación nazarena e invitándome a la Eucaristía del jueves 29 de febrero donde al término de esta se hará entrega de diploma acreditativo. Ese día no podré estar con mi querida cofradía ya que desde hace meses tengo comprometidos la mayoría de los días que componen esta semana.

Solamente os diré que me siento muy orgulloso de pertenecer a la luenga nómina de hermanos de Medinaceli porque es una Hermandad, con hache mayúscula, con mucha vida cofrade y también solidaria gracias a su labor con los Trinitarios y en la Fundación ProLibertas. Una cofradía que es espejo de hacer bien las cosas, de avanzar y evolucionar sin perder el estilo de lo que es la Semana Santa de La Isla. Una corporación nazarena que se ocupa y preocupa en ofrecer una buena formación a sus miembros, así como de estar cerca de los hermanos estén cerca o lejos, kilométricamente hablando.

Tengo muchas vivencias juntos a grandes cofrades de Medinaceli como son Antonio Garnárez Acosta, buen y querido amigo, Pepe Coto, Juan Guerrero, así como Eduardo Coto, José Antonio Garnárez Pinto, entre otros muchos que tengo en la memoria y en el corazón. Gracias a Dios que me ha puesto grandes cofrades en el camino de la vida que me han enseñado a vivir de forma íntegra y honesta un carisma tan único y especial como es el cofrade.

Veinticinco años se cumplen este dos mil veinticuatro desde que me hiciera hermano allá por mil novecientos noventa y nueve. Un cuarto de siglo donde han pasado demasiadas cosas, tantas que hace ya algunos trasladé mi residencia a Villaluenga del Rosario y desde hace tres años paso algunas temporadas en un pequeño pueblo de la Cantabria interior llamado Loma Somera que se encuentra situado en el Real Valle de Valderredible. Tanto que el mundo ha cambiado y no siempre para bien, tanto que es bueno detenerse y contemplar lo que tenemos delante de nuestras miradas, así como recordar nuestros ayeres. Y da la coincidencia que en mi vida siempre ha estado y seguirá así hasta que mis ojos se cierren para siempre una Hermandad a la que quiero mucho como es la de Medinaceli de San Fernando, por siempre bendita Isla de León.

Dar las gracias a la Junta de Gobierno, con nuestra hermana mayor a la cabeza, por sus atenciones recibidas por esta emocionante efeméride.

Jesús Rodríguez Arias